domingo, 12 de diciembre de 2010

La Odisea de Vocal Tempo


Seguidores y amigos
Seguramente han escuchado en otras ocasiones en broma o en serio aquello referido al bienestar del músico y el disfrute de su trabajo; pues entre muchas anécdotas que podía contar aquí les traigo una para que aquellos que aun están confundidos rectifiquen. Ser músico es como realizar otro oficio, pero al margen de que hacer música implica disfrutarla y otros trabajos se hacen sin ningún disfrute, la vida del músico es difícil, arriesgada, peligrosa e incomprendida por muchos. Primero que todo, si no eres favorecido tengas talento o no, por los medios de difusión o grandes multinacionales, los salarios que se cobran son muy parecidos a los que devengan aquellos que se quejan de mileuristas, aun cuando tienen que desplazarse largas distancias para ello etc etc. Pues concretando, hace una semana teníamos una actuación del grupo Vocal Tempo en la localidad francesa de Douarnenez a cuyo lugar teníamos que acceder si viajábamos en avión a través de París o por Nantes, por París hubiéramos tenido que hacer 600 Km por carretera y por Nantes 200 km pero por Nantes era inmensamente caro viajar y por París aunque muy barato había que rentar un transporte para proseguir viaje, con lo cual, decidimos salir desde Zaragoza en un Minibus y hacer 1100 Km por carretera el día antes del concierto para al siguiente día estar en la localidad francesa, a todas estas sin imaginar siquiera lo que sucedería el día 3 de diciembre (día del concierto) por los controladores aéreos, pues si hubiéramos decidido viajar el mismo día no hubiéramos llegado y encima hubiéramos tenido que pagar cláusula de indemnización; pero el destino igualmente nos reservaba ciertos obstáculos para demostrar fehaciéntemente que este oficio está lleno de trampas y de incomprensiones. Salimos de Zaragoza el día 2 a las 4 de la tarde camino a Nantes para hacer noche y cuando llegamos a la frontera con Francia nos pilló un atasco de 2 horas, cuando ya se despejó y volvimos a transitar con normalidad pasamos por el puesto fronterizo y nos detuvo la Gendarmería francesa y aunque los artistas de Vocal Tempo tienen residencia permanente en España y portan un NIE, porque dos de ellos no llevaban su pasaporte, nos llevaron a la Comisaría del pueblo más cercano, levantaron un acta a los dos supuestos infractores y al cabo de 1 hora y media nos trasladaron al puesto fronterizo de la Guardia Civil Española (que dicho sea de paso fueron todo lo amables y comprensivos que no fue la Gendarmería francesa que nos trató como delincuentes) para que los susodichos del pasaporte se volvieran a España a recoger sus documentos y pudieran proseguir viaje; creo que coincidiréis conmigo en que habían pasado cerca de 7 horas y aun estábamos cerca de San Sebastián, debajo de un aguacero constante e impresionante y con 2 grados de temperatura; en ese momento, teníamos que decidir; o arriesgarnos y volver a pasar sin los pasaportes so pena de complicar más las cosas ó regresar a Zaragoza, recoger los pasaportes y recomenzar el viaje desde 0; pues por mayoría accedimos a regresar dos de nosotros y que el resto se quedara en un Hotel hasta que volviéramos; todo esto tardó hasta las 6 de la mañana que reanudamos viaje; todo parecía indicar que el mal había pasado y que ganaríamos tiempo siendo de madrugada; cuando después de hacer nuevamente los kms para llegar a la frontera, nos sorprendió un atasco similar otra vez, de 2 horas aproximadamente hasta que al despejarse y seguir decidimos parar a desayunar rápidamente para continuar y cuál fue nuestra sorpresa, que al salir de la cafetería estaba nevando copiosamente; nos montamos en el furgón y a la carretera pero en menos de un cuarto de hora había cuajado tanto la nieve que los coches comenzaron a patinar y a quedarse atascados en la blanca carretera que teníamos por delante; pero músicos al fin, en vez de decir nos retiramos y que sea lo que Dios quiera; decidimos seguir, la furgoneta patinaba como si anduviera con jabones en vez de ruedas a las cuales no nos dio tiempo a colocar las cadenas; seguimos unos pocos metros y vimos como nuestro furgón se daba la vuelta y miraba hacia detrás, hacia las luces de los demás vehículos que venían en nuestro sentido; con tan buena suerte dentro de todo el tormento, estaban bastante lejos aun y nos dio tiempo a empujar y colocarnos en dirección correcta, esperamos a que pasara un gran camión y detrás de este proseguimos a 30 km por hora, a todas estas, las quitanieves ausentes; en fin que hicimos con todo el peligro que encerraba la travesía unos 150 Km en 5 horas. Después que disminuyó la nieve, el peligro seguía latente porque la carretera no estaba en condiciones pero aun así seguimos; a pocos kms nos cayo una granizada como para recordarnos que no era nuestro día pero aun así seguimos, al rato volvimos a parar con mejor tiempo ya a comer algo para seguir inmediatamente porque ya era día 3 y estábamos a 870 Km de distancia del lugar del concierto que debía comenzar a las 8 de la tarde siendo las 12 del mediodía. Nos turnábamos como es lógico la conducción pero aun así ninguno podía dormir de la tensión acumulada y al cabo de 7 horas, llegamos a Douarnenez, hicimos la prueba de sonido y a las 8 en punto hicimos el concierto; fue francamente muy bonito y gratificante después de tanto trabajo y tantísimo peligro pero nada agradable de pasar por tan poco dinero a percibir, así que aquellos que aun pìensan que el trabajo de los músicos o de los artistas es lo mejor, que no se confundan.

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